Síndrome de espalda fallida: 10 causas reales y 7 soluciones con evidencia

  • El síndrome de espalda fallida describe el dolor que persiste o regresa tras una o varias cirugías de columna. 
  • No siempre significa que “la operación salió mal”: a menudo coexisten causas mecánicas, neurológicas y factores del dolor crónico.
  • El manejo combina diagnóstico preciso, rehabilitación activa, control del dolor y, en casos seleccionados, neuromodulación o cirugía de revisión.
  • Los tiempos de recuperación y el pronóstico dependen de la causa identificada, el estado previo y la experiencia del equipo.

 

¿Qué es el síndrome de espalda fallida?

Es la situación en la que una persona continúa con dolor lumbar, dolor de piernas o síntomas neuropáticos después de haberse sometido a una cirugía de columna. Puede aparecer de forma inmediata o meses/años más tarde. Es un término paraguas: no señala una única causa, sino varias posibles. El objetivo no es “poner una etiqueta”, sino averiguar qué está generando el dolor hoy y cómo abordarlo con el menor riesgo posible.

 

10 causas frecuentes (y cómo se buscan)

  1. Compresión neuronal persistente o recurrente. Ejemplo: una hernia discal que recidiva en el mismo nivel, una estenosis que no quedó completamente descomprimida o que progresa. Se valora con resonancia magnética actualizada y correlación clínica.
  2. Pseudoartrosis (falta de consolidación de una fusión). Suele dar dolor mecánico y a veces sensación de “inestabilidad”. Se confirma con radiografías dinámicas y, si es preciso, tomografía computarizada.
  3. Implantes o tornillos mal posicionados. Pueden irritar raíces nerviosas o no estabilizar correctamente. El TAC y la clínica orientan la decisión.
  4. Inestabilidad no diagnosticada. Cuando el problema principal era la falta de estabilidad y solo se descomprimió, los síntomas pueden persistir. Se reevalúa con pruebas dinámicas y examen físico.
  5. Falla del nivel adyacente
  6. Dolor facetario o sacroilíaco coexistente. Las articulaciones posteriores o la articulación sacroilíaca pueden convertirse en la fuente principal del dolor tras una fusión. Las maniobras clínicas y las infiltraciones diagnósticas ayudan a confirmarlo.
  7. Fibrosis epidural/adhesiones. Puede contribuir al dolor radicular persistente. La resonancia y la clínica guían el manejo; no siempre explica por sí sola el cuadro.
  8. Dolor neuropático centralizado. El sistema nervioso puede “sensibilizarse”, amplificando el dolor más allá de la lesión inicial. Requiere un abordaje multimodal (educación en dolor, ejercicio, apoyo psicológico, fármacos adyuvantes).
  9. Progresión de la deformidad (escoliosis/cifosis) o desalineación sagital no corregida.
  10. Infección tardía de bajo grado. Poco frecuente, pero importante detectar. Se sospecha por dolor persistente con elevación de reactantes; a veces se confirma con estudios específicos.

 

Diagnóstico: lo útil y lo prescindible

El diagnóstico se basa en historia clínica y exploración neurológica, correlacionadas con imagen actual (resonancia de la región afectada; radiografías en flexión/extensión si se sospecha inestabilidad; TAC para revisar implantes o consolidación). Las pruebas deben pedirse si pueden cambiar la conducta: repetir estudios sin una pregunta clínica clara rara vez aporta valor.

 

Alternativas no quirúrgicas con evidencia

  • Educación en dolor y ejercicio activo. Un programa estructurado de fuerza, movilidad y control motor lumbopélvico reduce la discapacidad y favorece el retorno a la actividad.
  • Farmacológico prudente. Analgésicos de primera línea (paracetamol/antiinflamatorios si no hay contraindicaciones), coadyuvantes para dolor neuropático (antidepresivos tricíclicos o antiepilépticos en pautas limitadas y supervisadas). Evitar opioides crónicos salvo situaciones muy concretas.
  • Infiltraciones selectivas en casos elegidos (epidural transforaminal para radiculopatía, bloqueos facetarios o sacroilíacos con objetivo diagnóstico/terapéutico).
  • Abordaje biopsicosocial (terapia cognitivo-conductual, estrategias para el sueño, reducción del miedo al movimiento).

 

Neuromodulación (estimulación medular): ¿cuándo considerarla?

La estimulación de la médula espinal (SCS) puede ser una opción para personas con dolor neuropático crónico refractario, especialmente en quienes predominan las ciatalgias tras cirugía y no hay una compresión mecánica corregible. Antes del implante definitivo se realiza una prueba temporal para valorar beneficio y tolerancia. Existen distintas “ondas” (tónicas, de alta frecuencia como 10 kHz, o modos avanzados); la elección se individualiza. La evidencia es heterogénea: hay estudios y guías que apoyan su uso en casos seleccionados, y también revisiones que cuestionan su efecto en dolor lumbar axial puro. En todo caso, debe plantearse tras optimizar manejo conservador y con consentimiento informado claro sobre beneficios y limitaciones.

 

¿Cuándo plantear cirugía de revisión?

La reintervención no es “automática”. Se considera cuando existe una correlación clínica-radiológica que justifique una nueva acción: por ejemplo, una compresión radicular persistente o una pseudoartrosis dolorosa. Las opciones quirúrgicas incluyen:

  • Descompresión dirigida (microcirugía o endoscopia) si el dolor radicular se debe a compresión localizada.
  • Revisión de la instrumentación (reposicionar tornillos, retirar material sintomático).
  • Fusión complementaria si hay inestabilidad o pseudoartrosis.
  • Corrección de deformidad cuando existe desalineación clínicamente relevante.

La decisión debe ponderar edad, densidad ósea, comorbilidades, objetivos del paciente y experiencia del equipo. El objetivo es mejorar función y calidad de vida, no solo “arreglar la imagen”.

 

Beneficios esperables y riesgos/efectos adversos

Beneficios

  • Reducción del dolor radicular cuando se libera el nervio comprimido o se mejora la estabilidad.
  • Mejoría de la capacidad para caminar, sentarse y realizar tareas cotidianas.
  • Menor sangrado y recuperación más ágil con técnicas mínimamente invasivas respecto a cirugías abiertas tradicionales.

Riesgos y limitaciones

  • Infección, sangrado, lesión nerviosa, trombosis, persistencia del dolor.
  • Reoperar conlleva riesgos acumulados (cicatriz, adherencias, peor “terreno”).
  • La neuromodulación no funciona igual en todas las personas; requiere expectativas realistas y seguimiento.

 

Criterios prácticos para derivación

  • Dolor y limitación funcional significativos tras 6–12 semanas de manejo conservador bien realizado.
  • Déficit neurológico progresivo.
  • Imágenes que expliquen los síntomas y sean corregibles (por ejemplo, compresión focal, pseudoartrosis).
  • Fracaso de medidas no quirúrgicas razonables en dolor neuropático con buena indicación de neuromodulación.

 

Tiempos de recuperación realistas

  • Tras descompresión dirigida (micro/endoscópica): deambulación precoz; tareas básicas en pocos días; trabajo de oficina en 2–6 semanas según evolución; trabajos físicos, 6–12 semanas o más.
  • Tras fusión/revisión compleja: recuperación más lenta; es habitual planificar varios meses de rehabilitación progresiva.
  • Neuromodulación: la fase de prueba dura unos días; si hay beneficio, el implante definitivo requiere un periodo corto de adaptación.

Los plazos dependen del estado previo, el tipo de trabajo y la adherencia a la rehabilitación más que del “nombre” de la técnica.

 

Cuándo acudir a urgencias

  • Pérdida rápida de fuerza en las piernas o caída del pie.
  • Fiebre alta con dolor lumbar intenso o secreción de la herida.
  • Alteraciones para orinar/defecar o anestesia en “silla de montar”.
  • Dolor súbito con signos neurológicos nuevos tras un golpe o caída.

 

Mitos y realidades

  • Mito: “Si la resonancia se ve mal, hay que reoperar”. Realidad: se trata a la persona, no a la imagen.
  • Mito: “La neuromodulación cura el dolor para siempre”. Realidad: es una herramienta útil en casos seleccionados, no un “apagador de dolor” universal.
  • Mito: “Una fusión impide moverse”. Realidad: muchas personas retoman actividad con buena función si existe consolidación y programa de ejercicio.

 

Preguntas frecuentes

¿Siempre que duele después de operar es “espalda fallida”?

No. El dolor en las primeras semanas es esperable. Se habla de síndrome de espalda fallida cuando el dolor persiste o regresa y limita la vida diaria tras el periodo de recuperación razonable.

¿La neuromodulación sirve si el dolor es solo lumbar y no baja a la pierna?

Los resultados son más consistentes cuando predomina el dolor neuropático de la pierna. En dolor lumbar axial puro, la evidencia es más discutida; se decide caso a caso tras optimizar manejo conservador.

¿Cuánta gente necesita reoperarse?

Depende de la causa. Si existe compresión clara o pseudoartrosis dolorosa, una revisión bien indicada puede ayudar. Si la causa es un dolor centralizado, reoperar suele aportar poco.

¿Endoscopia o microcirugía para una recidiva de hernia?

Ambas pueden ser válidas. La elección depende del nivel, la localización de la hernia, cirugías previas y la experiencia del equipo.

¿Cuánto dura un implante de estimulación medular?

Los generadores actuales pueden durar varios años. Se realiza siempre una prueba previa para estimar si habrá beneficio.

¿Puedo hacer deporte después?

En muchos casos, sí, con progresión guiada. Actividades de impacto alto o cargas máximas se reintroducen gradualmente según evolución y criterio clínico.

 

Glosario

  • Pseudoartrosis: ausencia de consolidación ósea tras una fusión.
  • Descompresión: cirugía para liberar nervios comprimidos.
  • Neuromodulación/estimulación medular: técnica que usa impulsos eléctricos para modular la percepción del dolor.
  • Radiculopatía: dolor y/o síntomas por irritación de una raíz nerviosa.
  • Fibrosis epidural: tejido cicatricial alrededor del saco dural y raíces.

 

Referencias

  1. Dr. Vicenç Gilete – Neurocirujano. https://complexspineinstitute.com/instituto/#equipo_medico
  2. Dr. Augusto Covaro – Cirujano ortopédico y traumatólogo. https://complexspineinstitute.com/instituto/#equipo_medico
  3. NICE. Differential Target Multiplexed spinal cord stimulation for chronic lower back and leg pain (MIB305). 2022. https://www.nice.org.uk/guidance/mib305/
  4. Cochrane Review. Spinal cord stimulation for low back pain. 2023. https://www.cochrane.org/evidence/CD014789_spinal-cord-stimulation-low-back-pain
  5. Gallego H, et al. Treatment Options for Failed Back Surgery Syndrome. 2023. https://pmc.ncbi.nlm.nih.gov/articles/PMC11007241/
  6. Kallewaard JW, et al. 10 kHz Spinal Cord Stimulation for FBSS. 2020. https://pmc.ncbi.nlm.nih.gov/articles/PMC8247309/

Aviso importante: Este contenido es educativo y no sustituye la valoración individual por un profesional sanitario.