Cirugía de revisión de columna: 10 claves para acertar (con tiempos reales)

La cirugía de revisión de columna es una reintervención destinada a corregir dolor persistente, inestabilidad o complicaciones tras una operación previa. No es “más de lo mismo”: exige un diagnóstico fino, planificar con imagen avanzada y ajustar expectativas. Aquí encontrarás cuándo plantearla, qué alternativas considerar y cuáles son los beneficios y riesgos reales, con tiempos de recuperación orientativos.

  • Antes de reoperar, hay que confirmar la causa (p. ej., pseudoartrosis, mala posición de implantes, estenosis residual, dolor sacroilíaco).
  • Las decisiones se basan en correlación clínica–radiológica y pruebas complementarias seleccionadas.
  • Revisión no siempre implica “gran cirugía”: a veces basta con descompresión dirigida o recolocar material.
  • Los riesgos son mayores que en primarias, pero se reducen con una buena selección y protocolos de recuperación.

 

1) ¿Qué es una cirugía de revisión de columna y cuándo se plantea?

Es cualquier intervención que intenta mejorar el resultado de una cirugía previa. Se considera cuando persiste el dolor con impacto en la vida diaria, hay déficits neurológicos, signos de inestabilidad, fallo de implantes, infección, deformidad no corregida o una fusión que no ha consolidado (pseudoartrosis). También puede indicarse si la enfermedad ha progresado y el nivel tratado ya no es suficiente.

 

2) Síntomas e indicaciones que deben ponerte en alerta

  • Dolor radicular o claudicación neurógena que no mejora tras el postoperatorio razonable.
  • Dolor mecánico que aumenta con las cargas y mejora en reposo, sugerente de inestabilidad o pseudoartrosis.
  • Pérdida de fuerza, adormecimiento o torpeza en manos/piernas; alteraciones esfinterianas: motivo de valoración urgente.
  • Deformidad visible o empeoramiento de la postura (desequilibrio sagital/coronal).
  • Dolor localizado en articulación sacroilíaca o facetas tras una fusión extensa.

 

3) Diagnóstico: cómo se confirma la causa real del problema

La clave es correlacionar lo que sientes con hallazgos objetivos. Un estudio típico incluye:

  • Historia clínica y exploración neurológica: distribución del dolor, fuerza, reflejos y pruebas específicas (p. ej., tests de provocación para sacroilíaca).
  • Resonancia magnética: útil para ver compresión neural, discopatías y fibrosis.
  • Radiografías dinámicas (flexo–extensión): detectan inestabilidad en algunos casos.
  • TAC: valora implantes, pars interarticularis y la integración ósea; muy útil para descartar pseudoartrosis y estudiar implantes.
  • Planificación 3D y navegación cuando se anticipa reintervención compleja.
  • Bloqueos diagnósticos en casos seleccionados (facetario o sacroilíaco) si el resultado cambia la conducta.

En pacientes con cirugías previas, la pseudoartrosis (falta de consolidación) es una causa frecuente de dolor e inestabilidad. Factores como edad, tabaquismo y número de niveles intervenidos aumentan el riesgo de no fusión. Identificarlos ayuda a planificar mejor la revisión y a optimizar al paciente antes de la operación.

 

4) Alternativas no quirúrgicas y quirúrgicas antes de reoperar

4.1 Opciones no quirúrgicas

  • Ejercicio terapéutico y educación en dolor: base del manejo, incluso tras cirugías.
  • Tratamiento farmacológico prudente: analgésicos no opioides; evitar cronificar opioides.
  • Fisioterapia activa y técnicas de control del dolor.
  • Infiltraciones o radiofrecuencia para dolor facetario o sacroilíaco, si están claramente indicados.
  • Medicina regenerativa (PRP/células madre) en contextos seleccionados y con expectativas realistas: la evidencia es heterogénea y no sustituye a una cirugía indicada.

4.2 Estrategias quirúrgicas de revisión

  • Descompresión dirigida (microcirugía/endoscopia) si la causa es una compresión focal.
  • Revisión o retirada de implantes mal posicionados o sintomáticos.
  • Extensión de fusión si hay progresión o desequilibrio.
  • Reparación de pseudoartrosis con injerto y optimización de factores de consolidación.
  • Corrección de deformidad cuando existe desalineación con impacto funcional.

La “mejor” opción depende del diagnóstico, tu estado general y objetivos funcionales. Un buen plan busca el mínimo gesto que resuelva el problema real.

 

5) Beneficios esperables frente a riesgos y efectos adversos

Beneficios: aliviar dolor mecánico-inestable, mejorar la marcha y la función, proteger estructuras nerviosas y, si procede, corregir la alineación. La revisión puede devolver autonomía cuando identifica y trata la causa precisa del fracaso.

Riesgos: como toda cirugía, existen infección, sangrado, lesión nerviosa o vascular, trombosis, fuga de líquido cefalorraquídeo, malposición de implantes, pseudoartrosis y complicaciones anestésicas. En revisiones, el riesgo global suele ser mayor que en primarias por la cicatrización y anatomía alterada. Una buena selección de casos, navegación/planificación 3D y protocolos de recuperación intensificada ayudan a reducirlos.

En fusiones lumbares, las tasas de pseudoartrosis publicadas son más altas que en cervical, y factores como el tabaquismo o múltiples niveles aumentan el riesgo. Esto no significa que “vaya a fallar”, sino que conviene optimizar de antemano (dejar de fumar, tratar anemia, mejorar masa muscular) y usar la técnica adecuada.

 

6) Criterios prácticos para derivación a valoración de revisión

  • Dolor incapacitante o claudicación neurógena con impacto laboral/familiar tras 6–12 semanas de manejo correcto.
  • Déficit neurológico progresivo (fuerza/sensibilidad) o signos de mielopatía.
  • Inestabilidad radiológica relevante o sospecha de pseudoartrosis.
  • Deformidad que altera el equilibrio y la calidad de vida.
  • Complicaciones del material (rotura/malposición) o infección.

 

7) Tiempos de recuperación realistas

  • Primeras 48–72 h: control multimodal del dolor, movilización precoz, alta cuando caminar y el dolor lo permitan.
  • Semanas 2–4: caminatas diarias, higiene postural; inicio de fisioterapia estructurada si el equipo lo autoriza.
  • Semanas 4–8: retorno progresivo a trabajo de oficina; ejercicios de fuerza de “core”.
  • Semanas 8–12: incremento de resistencia y fuerza; trabajos físicos requieren adaptación gradual.
  • 3–6 meses: consolidación funcional; deportes de impacto solo con autorización médica.

Estos plazos cambian según niveles tratados, calidad ósea, edad, comorbilidades y si la revisión fue limitada o con corrección mayor.

 

8) ¿Cuándo acudir a urgencias?

  • Pérdida súbita de fuerza, caída del pie o empeoramiento neurológico.
  • Fiebre alta con dolor intenso tras cirugía.
  • Alteraciones del control de esfínteres o anestesia en “silla de montar”.
  • Dolor súbito, incapacitante y progresivo.

 

9) Mitos y realidades

  • Mito: “Si me reoperan, se quita todo el dolor.” Realidad: el objetivo es mejorar función y aliviar el dolor de la causa identificada, no “borrar” toda molestia.
  • Mito: “La cirugía mínimamente invasiva no tiene riesgos.” Realidad: reduce agresión tisular, pero no elimina los riesgos inherentes.
  • Mito: “Si la primera falló, la segunda también.” Realidad: cuando se corrige la causa real (p. ej., pseudoartrosis o compresión residual), las probabilidades de mejora aumentan de forma significativa.

 

10) Preguntas frecuentes

¿Siempre es necesaria una cirugía de revisión?

No. Si la causa del dolor no es quirúrgica o hay alternativas eficaces (fisioterapia dirigida, control del dolor, radiofrecuencia, neuromodulación), puede evitarse o posponerse.

¿Cómo se confirma una pseudoartrosis?

Con clínica compatible y estudios de imagen: TAC para evaluar la fusión, radiografías dinámicas y, en ocasiones, signos de aflojamiento de implantes.

¿La revisión es más “agresiva” que la primera cirugía?

No siempre. Muchas revisiones son gestos focales (descompresión dirigida o recolocar un tornillo). Otras requieren ampliar niveles o corregir el equilibrio.

¿Puedo volver a trabajar?

En trabajos de oficina, a menudo entre 4–8 semanas si la evolución es favorable; trabajos físicos requieren más tiempo y adaptación progresiva.

¿Cómo se reducen los riesgos?

Optimización preoperatoria (tabaquismo, anemia, glucemia), planificación 3D, navegación, neuromonitorización, protocolos ERAS y rehabilitación precoz.

¿La medicina regenerativa evita reoperar?

En algunos casos ayuda a controlar síntomas o retrasar cirugía, pero no sustituye una indicación quirúrgica clara.

¿Cuánto dura la revisión?

Depende de la técnica y niveles implicados: desde procedimientos breves (1–2 horas) hasta correcciones complejas de varias horas.

¿La revisión “bloquea” toda mi espalda?

No. Se busca el mínimo necesario para resolver la causa. A veces se preserva movilidad con estrategias específicas.

 

Glosario

  • Pseudoartrosis: falta de consolidación ósea tras una fusión.
  • Claudicación neurógena: dolor/pesadez en piernas por estenosis que mejora al sentarse o inclinarse.
  • Neuromonitorización: vigilancia de la función nerviosa durante la cirugía.
  • ERAS: protocolos de recuperación intensificada para reducir complicaciones y estancia.
  • Dolor sacroilíaco: dolor procedente de la articulación entre sacro y pelvis.

 

Referencias (selección 2019–2025)

  1. National Institute for Health and Care Excellence. Low back pain and sciatica in over 16s: NG59 (actualizaciones recientes). https://www.nice.org.uk/guidance/ng59 (2020–2022).
  2. North American Spine Society. Clinical Guidelines & Coverage Recommendations (fusión lumbar e indicaciones). https://www.spine.org/Coverage (consulta 2025).
  3. Kwon J et al. Lumbar Spinal Stenosis: Review Update. https://pmc.ncbi.nlm.nih.gov/articles/PMC9633250/ (2022).
  4. Boonsirikamchai W et al. Pseudarthrosis risk factors in lumbar fusion: systematic review & meta-analysis. https://pmc.ncbi.nlm.nih.gov/articles/PMC11149252/ (2024).
  5. Meester RJ et al. Prognostic factors for outcome of fusion surgery in chronic low back pain: systematic review. https://pmc.ncbi.nlm.nih.gov/articles/PMC11559952/ (2024).
  6. Yoon JP et al. Multimodal management for chronic pain after spine surgery. https://www.anesth-pain-med.org/journal/view.php?number=1238 (2024).

 

Aviso

Este contenido tiene fines educativos y no sustituye la valoración médica individual. Si presentas síntomas de alarma o dudas sobre tu caso, consulta con un profesional cualificado.